La casa tiene un diseño moderno, pero funcional, en la que predominan las líneas rectas y la búsqueda de la integración con el jardín. La construcción es de ladrillo visto de primera calidad que contrasta con los grandes ventanales blancos de PVC, protegidos por persianas motorizadas.
Se trata de un chalet independiente, dentro de una parcela de 1.000m2 con una piscina propia. La zona principal queda apartada de la entrada, logrando completa privacidad.
Como elemento distintivo, el jardín dispone de un pozo de riego propio que le permite disponer de agua para riego, lo que supone un ahorro anual de, alrededor, de 5.000€